Queridos lectores de esta columna semanal, les saludo cariñosamente y les deseo lo mejor este día.
Quiero comentarles acerca de un incidente que ocurrió hace algunos días en un hotel de una ciudad del norte; se habían hospedado unas personas extranjeras, quienes laboran para una ONG. A los pocos días se enteraron que su computadora portátil había desaparecido de su cuarto, por lo cual lo denunciaron la gerencia del hotel. Este hotel tiene cámaras de vigilancia instaladas en todo el hotel, por lo cual fue fácil descubrir lo que había acontecido. El video mostró que mientras la camarera había ingresado a una habitación para realizar el aseo correspondiente, dejó el carrito con los implementos de limpieza en el pasillo, pero además, en el carrito estaba colgada la llave maestra. En un abrir y cerrar de ojos, los huéspedes de otra habitación salieron al pasillo, tomaron la llave y abrieron la habitación de la cual sustrajeron la computadora.
Como ustedes pueden apreciar mis queridos lectores, hay quienes andan con intenciones no muy buenas, pero quién podrá conocerlas? ¿Quién podría leer el pensamiento de las personas para saber cuáles son sus pensamientos y razones para hacer las cosas?
No hay mucho que humanamente podamos hacer, aunque espiritualmente si podemos. Nos dice la Biblia que el Señor Jesucristo conocía las intenciones de los corazones de las personas. ¿Sabía usted que nosotros, al ser llenos del Espíritu Santo también podemos conocerlos?
Será posible que estos individuos tenían alguna necesidad extrema que los haya obligado a “tomar prestado” el artículo, para nunca sin falta? Sin embargo no hay nada que pueda justificar esta acción.
Haya sido cual haya sido la razón, creemos que Hay Una Esperanza, esperanza de arrepentimiento, esperanza de devolver lo tomado sin permiso, esperanza de que nuestra nación llegue a ser una nación íntegra, llena de gente con conciencia y manos limpias y corazón puro.
Querido lector, no te desanimes, siempre Hay Una Esperanza, cree que ese día vendrá, comienza tú con lo que a ti te corresponde, sé honesto tú y toda tu casa, que eso contribuye a cambiar la nación.