Queridos lectores, es un gusto saludarles una vez más, creyendo que todo en su casa estará bien.
¿Se han dado cuenta que todo en la vida es relativo y muchas veces subjetivo? En estos días, en horas de la tarde me encontraba sentada en un “porche” al aire libre, tomando una taza de té acompañada de un pastelito de piña; frente a mi estaba al campo verde, con un cielo azul despejado, el viento fresco soplaba del norte, mi esposo estaba sentado a mi lado disfrutando una aromática taza de café, mientras la gata nos hacía compañía cerca de la mesa. De pronto le dije a mi esposo: “Para mí esto es el Paraíso”. Él me contestó: “Para mí el Paraíso es la Finca”.
Sin embargo, entonces hice memoria que hace unos 3 días, los muchachos que laboran en el Departamento de Comunicaciones de nuestro Ministerio, fueron a un hotel elegante de la ciudad, a una exhibición de equipo digital para transmisión de video. Cuando estaban frente a los aparatos más sofisticados, uno de ellos tomó una foto, me la envió desde su celular y escribió: “Estoy en el Paraíso”.
Me pregunto ¿Cuántos diversos conceptos tendrán los seres humanos acerca del Paraíso? Pienso en Jesús al momento de su crucifixión, tenía un ladrón a un lado y otro al otro; uno de ellos se arrepintió de sus pecados y Jesús le dijo que esa misma noche estaría en el Paraíso. ¿Se han puesto a pensar que sería lo que le esperaba a aquel hombre esa noche?
Cuando las personas piensan en “El Paraíso” por alguna razón se trasladan al Huerto del Edén, donde hay variedad de frutas y legumbres, donde el hombre alarga su mano y toma lo que necesita. Otros piensan en la libertad de andar sin ropa sin sentir vergüenza ni malicia. ¿En qué piensan ustedes mis queridos lectores?
Quiero decirte que para ti y para todos los que reciban a Jesús en su corazón, Hay Una Esperanza de ir al Paraíso cuando dejen esta tierra. ¿Qué es entonces el Paraíso? Es ausencia de dolor y sufrimiento, es ausencia de enfermedad y de pecado; es un ambiente incorruptible donde las personas no envejecen y siempre son felices; nunca se enojan ni están amargadas.
El Paraíso espiritual es un ámbito donde mora la presencia de Dios, en donde hay plenitud de gozo, reservado para los que reconozcan a Jesús como el único Señor y Salvador. Tú puedes ahorita mismo tomar tu decisión para asegurarte que vas a ir al Paraíso un día.