Queridos lectores de esta su columna semanal Hay Una Esperanza, me siento muy contenta de comunicarme nuevamente con ustedes. Quiero compartirles algo que parece tecnológico, pero que nos ha dejado una gran enseñanza.
Hace unos dos meses, cuando iba a iniciar el año, vimos que era necesario renovar la decoración del escenario del templo donde ministramos a Dios. Una de las cosas que se veía un poco fuera de armonía, eran las bocinas para bajos, muy grandes y aparatosas, que aunque uno quisiera, no había forma de ocultarlas. De tal manera que preguntamos a un amigo que tiene equipo y nos sugirió cambiarlas por unas que él vendía, más potentes, pero más pequeñas, las cuales pudimos colocar debajo del mismo escenario, para eliminar el estorbo.
Cuando las comenzamos a usar, ¡qué diferencia en el sonido…! pero eran tan potentes que se disparaban las bocinas de altos que estaban arriba. Luego vimos que las nuevas bocinas de bajos tenían la opción para funcionar con sistema digital, además del análogo. De manera que pronto vino otro amigo de la capital a ofrecernos que probáramos unas modernas bocinas de altos, más pequeñas, con tres direcciones para distribuir mejor el sonido: Las vino a instalar para la prueba y al escucharlas, nadie quería que se las llevaran, así es que allí se quedaron.
Obviamente el encargado de modular el sonido dijo, ahora necesitaríamos aprovechar este equipo y dar el salto del sistema análogo al digital, deberíamos comprar una consola digital, venden unas no tan caras, etc. Etc. Pronto ya estábamos pidiendo la consola digital y claro luego necesitábamos una computadora portátil para controlar la consola a control remoto.
Ahora vino el encargado de video y dijo, con este equipo, ya el sistema de transmisión de video se quedó obsoleto, necesitamos cambiar el “Switcher” por un “Tricaster”, se hizo la prueba y ¡Que diferencia! Este puede transmitir en HD (alta definición). Entonces dijo el encargado de la transmisión por internet: Pero ahora necesitamos contratar un servicio pagado de ”Streaming”, para poder transmitir en alta definición y sin anuncios; de manera que tuvimos que contratar dichos servicios. A la mañana siguiente, cuando alguien quiso reproducir uno de los videos grabados en HD, me dijo: No funciona nuestra grabadora de video ahora, porque ya producimos videos en HD, hay que comprar otra grabadora. Y hubo que pedirla.
Entonces el líder de alabanza dijo, con esta clase de equipo, yo ya necesito otro sintetizador… y así sucesivamente. ¿Sabe qué mi querido lector? Esto ocurre igual en la nueva vida en Cristo, una vez que somos nacidos de nuevo, todo tiene que ser renovado en nosotros. No podemos guardar cosas viejas y revolverlas o pretender que funcionen con lo nuevo. Si nuestro espíritu fue vivificado, nuestra mente necesita ser renovada, nuestros sentimientos deben ser sanados, todo, absolutamente todo debe ser hecho nuevo. Si acaso no quiero pagar el precio y pretendo dejar áreas rezagadas, intentando vivir con ellas, mientras mi espíritu ha sido iluminado, no va a ser posible.
Solamente quiero decirles que definitivamente Hay Una Esperanza, que si queremos ver con los ojos del Espíritu y vivir a la medida de Dios, no basta con nacer de nuevo, necesitamos también renovar nuestro entendimiento y nuestras emociones, para vivir una vida plena en Dios, de Alta Definición.