Queridos lectores de su columna preferida “Hay Una Esperanza”, es para mí de mucha alegría compartir con ustedes, deseando siempre el cumplimiento de aquello para lo cual cada uno de ustedes nació.
Quiero compartirles algo sencillo pero que les va a edificar a todos ustedes: Yo sé que muchas cosas interesantes que nos ocurren en el diario vivir, pensamos que son azar del destino o coincidencias, pero entre más conozco a Dios, más reconozco Su obra en mi vida y más cuenta me doy de que Él tiene el control de cada detalle; que es un especialista en orquestrar las circunstancias para lograr Sus propósitos.
El pasado martes, estuvimos en la capital, ya que tenía el compromiso de dar una conferencia a “Mujeres de Influencia”, en un hotel de la ciudad. Cuando terminamos, aunque era tarde, llevamos a unas de las señoras que estuvieron con nosotros, a comer algo. Una de ellas sugirió un restaurante, pero de pronto sentí en mi corazón que fuéramos a otro restaurante y nos dirigimos hacia allá. Tan pronto nos habíamos sentado, llegó a saludarnos un amigo de antaño, excompañero de trabajo de mi esposo, eso no es lo extraño, sino que él vive actualmente en Panamá. Comenzó a conversar con nosotros y nos comentó lo siguiente: Estuve en el norte, entrada por salida, le dije a mi cuñado que quería ir a visitarlos a ustedes, pero el tiempo no nos alcanzó para ir a buscarlos. Le dije, Dios conoce el deseo que tenías en tu corazón de vernos, Él es un Padre Bueno, te concedió tu anhelo y a nosotros nos regaló poder verte.
¿Cree usted que fue una coincidencia? Yo no lo creo, Dios mueve las cosas a nuestro favor. Este hombre me dijo: ¿Cuándo vas a ir a Panamá para llevar las Buenas Nuevas, el Evangelio que necesitamos? Pon el día y la hora y estamos para servirte.
Definitivamente para cualquier situación en nuestra vida, siempre Hay Una Esperanza; queridos lectores ustedes pueden creer hoy, que si entregan su corazón al Creador de todas las cosas, su vida estará dirigida por Él, para llevarlos al cumplimiento de todo aquello que está en Su plan perfecto. Pueden confiar hoy que los encuentros divinos que necesitan se darán, que las conexiones del cielo que están esperando, para un trabajo, para una respuesta legal o para la situación financiera, se llevarán a cabo, sencillamente porque sus vidas están en las manos de Aquel que conoce y sabe todas las cosas; lo que Sus hijos necesitan.
