TEMAS DE OPINIÓN

Corazón Engañoso

Julio 15, 2013


Mis queridos lectores de su columna semanal “Hay Una Esperanza”, reciban un muy cordial saludo y un fuerte abrazo este día. En la vida cotidiana, si pudiéramos obtener respuestas muy sinceras de las personas a las que interrogáramos, nos encontraríamos con que un sinnúmero tanto de varones como de mujeres sufren calladamente situaciones de infidelidad, al menos emocional. Es muy común que el hombre (varón o mujer ) que han estado casados y estén viviendo su matrimonio rutinariamente de pronto se sienten atraídos hacia alguien que les parece más interesante que su pareja; casi imperceptiblemente comienzan a incluir a la otra persona en su vida, sus actividades diarias; y cuando quieren recapacitar ya están tan involucrados emocionalmente, que no son capaces de ocasionar una ruptura, ni tomar una decisión racional al respecto. Esto ocurre muy frecuentemente entre personas que trabajan juntas en la misma oficina o profesión, o bien entre maestro alumna, médico paciente, cliente proveedor y así sucesivamente. El corazón engañoso desea continuar viviendo aquellos ratos de "felicidad efímera", aferrándose al placer que por momentos le ofrece esta relación, pretendiendo que viven en una burbuja y que el resto del mundo no existe ni les importa. Esto trae como consecuencia padres (o madres) que descuidan sus responsabilidades como tal, aparte de las conyugales, claro está.  Después de vivir esos breves tiempos de efervescencia, viene el sentimiento de culpa, la auto condenación; sin embargo ya se hace muy difícil cortar de raíz y echarlo al olvido, pues casi siempre la justificación es: "Tengo derecho a ser feliz", "Es mi vida y que nadie se meta", "No es mi culpa que lo(a) haya encontrado demasiado tarde", "Nunca antes había conocido a alguien que me llenara tanto", "Yo no sabía que existía alguien que tuviera exactamente todo lo que yo he anhelado, ahora que lo(a) he conocido, no pienso dejarla(o) escapar", "Es mi última oportunidad de ser completamente feliz", en fin... la parte sentimental del alma bajo encantamiento no desea renunciar, aunque la razón le diga que no debe continuar.  Se entabla una lucha interior encarnizada, a la voluntad le toca entablar el desempate, pero esta se encuentra muchas veces comprometida o influenciada por el sentimiento que complace al alma. Estas situaciones se dan sobre todo, cuando el matrimonio no ha estado bien cimentado.  Si este es tu caso, mi querido lector, déjame decirte que para ti Hay Una Esperanza. La única forma en que el matrimonio puede estar bien establecido es a través del amor el cual sólo puede existir con Dios en el corazón, porque Dios es amor.

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