Mis queridos lectores, les saludo con mucho cariño en este día precioso. Siempre es bueno volver a comunicarme con ustedes por este medio.
Quiero comentarles acerca de una pareja mexicana que nos visitó en estos días. Hace varios años, este matrimonio en edad madura, estaban prácticamente separados, el esposo andaba en borracheras, trasnochaba, tenía otras mujeres, maltrataba a su esposa; de manera que decidieron separarse y luego aún divorciarse.
La señora se encontró con Jesús en su camino y a partir de entonces comenzó a orar fuertemente junto con otras mujeres, por la conversión de su ex esposo, para que él se encontrara también con Jesús, para que recibiera salvación y su vida tomara rumbo y tuviera sentido.
Después de muchos meses de oración de varias personas; los Pastores de ella realizaron reuniones para matrimonios, donde invitaron a los dos para que asistieran. De esa manera él fue tocado por el poder de Dios y su vida comenzó a cambiar.
Después de unos pocos meses, él quiso casarse de nuevo con su ex esposa, de manera que fueron al registro civil para hacer el proceso. Para su asombro, les dijeron en las oficinas respectivas, que el abogado que los había divorciado, no había pagado el dinero requerido, por lo cual no había sido registrado el divorcio legalmente; o sea que aún figuraban como casados. Entonces, sencillamente les extendieron de nuevo su acta de matrimonio anterior.
Ellos vinieron donde nosotros porque deseaban celebrar sus bodas delante de Dios y con la bendición de las autoridades espirituales. Creo que no hubo una sola persona que no fuera conmovida durante la ceremonia, en la cual ambos hablaron, declarando y estableciendo un pacto de amor entre si, delante de Dios y de todos los testigos, incluyendo a los ministros de Dios.
Sabes mi querido lector, no hay nada imposible para Dios, absolutamente nada que Él no pueda resolver, cambiar, restaurar. Nuestro Señor es un Restaurador por excelencia, en Él siempre Hay Una Esperanza. Quizás tú te encuentres en una situación similar, pensando que ya no hay posibilidad alguna para un entendimiento o una reconciliación; a lo mejor ya están separados como en el caso de esta pareja de Tabasco, México. No importa que según tú el amor ya no exista, que la ilusión se haya muerto, en Dios todo es posible si tú puedes creer.
Yo te insto este día a entregar tu corazón y tus temores al Dios de lo imposible, para que haga nuevo lo que se envejeció; para que haga brotar vida donde parece que no hay y verdor en el sequedal. Recuerda que Si Hay Una Esperanza.