TEMAS DE OPINIÓN

Dejando Este Mundo

Marzo 17, 2014


Quisiera compartirles este día acerca de un caso muy particular, se trata de una señora muy querida, de unos ochenta y ocho años de edad aproximadamente, quien vive en una pequeña pero hermosa ciudad del oriente de Honduras. Hace unos pocos meses, cuando ella estaba muy lúcida y se comunicaba perfectamente, pidió a su hija menor y a una amiga de antaño, que fueran a escogerle su ataúd, que mandaran a limpiar y pintar el mausoleo donde yacen los restos mortales de su difunto esposo, su padre y su madre. Es increíble ver la entereza con que ella hablaba del asunto y hacía peticiones especiales acerca del momento de su partida; sobre todas las cosas les pidió a sus más cercanos, que por favor atendieran muy bien a todas las personas que llegaran a su funeral. Este tipo de acciones y pensamientos demuestran que ella es una persona que está muy preparada espiritualmente para encontrarse con su Creador y Padre. En estos días ella expresó que solamente está esperando que llegue su hija mayor, quien vive en Europa, para despedirse de ella y viajar a la eternidad para siempre jamás. Mis queridos lectores, de todas las cosas y situaciones de la vida del ser humano, de una podemos estar muy seguros y es que un día, tarde o temprano, dejaremos este mundo terrenal para vivir en una dimensión espiritual, donde moraremos por siempre jamás. Nuestro paso por esta tierra nos da la oportunidad para decidir dónde queremos pasar esa eternidad. Cuando no hemos llevado una vida muy ordenada o alineada con Dios, hay temor en nosotros de dar ese paso ineludible, para el cual todo ser humano debe prepararse. Sin embargo, no importa como tú te sientas hoy, sea que estés preparado o que estés atemorizado o desprevenido, siempre para ti Hay Una Esperanza. Hoy es el día y la hora es ya, para comenzar a prepararnos para ese viaje sin retorno; esta preparación comienza con abrir nuestro corazón para que el Espíritu Santo venga a morar dentro de él. Una vez nos hayamos convertido en morada de Dios, Su misma presencia nos guiará y nos mostrará el camino que debemos seguir. No existe absolutamente nadie sobre la faz de la tierra que pueda decir que no le llegará ese día; y de alguna manera todos en el fondo tenemos una cierta reserva acerca de enfrentar ese momento. Pero yo te digo hoy mi querido lector que cuando el Señor vive en nuestro corazón, se va el temor y somos llenos de la paz que sobrepasa todo entendimiento, porque nos viene la certeza de que nuestro Padre Dios sabe y conoce el tiempo exacto y perfecto; y Él nunca se equivoca. ¡Preparémonos pues!

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