TEMAS DE OPINIÓN

Vientos Huracanados

Abril 14, 2014


Hace unos cuantos días, el calor era sofocante en nuestra ciudad; el agua de las tuberías salía a una temperatura como si hubiera pasado por un calentador eléctrico, y la gente toda se quejaba por tal situación. Sumado a esto, el cielo estaba totalmente lleno de bruma, como consecuencia de las quemas en los campos de caña de azúcar, lo cual a su vez contribuía a la elevación de la temperatura. Alguien que conozco, tuvo que llevar a su perrita al veterinario porque casi se le asfixiaba por tanto calor. Eran casi las nueve de la noche del pasado martes, cuando de pronto el viento comenzó a soplar con una fuerza, que parecía el anuncio de un huracán. La violencia del aire era tal, que los vidrios de las ventanas parecían desprenderse, las láminas de los cielos falsos comenzaron a volar junto con ramas y láminas de los techos de las casas. Había personas alarmadas y otras cuantas le ordenaban al viento calmarse. Las luces parecían intermitentes por los bajones intempestivos del voltaje eléctrico. Después de unas pocas horas, la calma volvió, el viento soplaba suave, pero ahora era muy fresco. A la mañana siguiente pudimos observar el cielo muy despejado, como hace mucho tiempo no lo veíamos. El clima muy agradable y todo parecía como si nada hubiera ocurrido. Así ocurre muchas veces en nuestras vidas; todo parece obscuro y gris, irritable, hasta el punto de provocarse una tormenta huracanada en nuestro interior; pero al pasar el impacto, todo vuelve a la calma, hay un refrigerio y una claridad que nos permite pensar mejor y ver el propósito de Dios en nuestras vidas. Querido lector, no sé cómo tú te encuentras o cómo te sientes en tu alma, tal vez confundido, o sucio, o molesto? Te aseguro que para ti Hay Una Esperanza, que cuando las cosas estén más turbias, puedes esperar el impacto fuerte de una contracorriente que sacuda tu corazón, pero que al pasar todo, dejará claridad en tu interior. Muchas veces la presencia del Espíritu Santo alcanzando nuestra alma es tan fuerte y contraria a la vida que llevamos, que provoca un huracán, pero todo será para bien, todo será para bendición y para traer liberación y limpieza. Te insto mi querido lector a que dispongas tu corazón para permitirle al Señor que haga lo que tenga que hacer, aunque eso implique soportar el impacto de ese aparente huracán que arrasa con todo.

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