TEMAS DE OPINIÓN

Egoísmo

Mayo 12, 2014


El egoísmo, el egocentrismo, la autosatisfacción y la autocomplacencia, irrespectivamente de como afectamos a los demás, es inherente a la naturaleza del hombre caído, al Adán en nosotros. Cada uno de nosotros quiere llevar agua para su propio molino, sin importarle que los que están a nuestro alrededor se queden sin agua. En forma contrastante, Dios es amor, que hace llover sobre buenos y malos, sobre justos e injustos, que se despojó de lo más grande que tenía, Su Hijo Jesucristo, para redimir a los pecadores del mundo. En el ámbito natural los hombres queremos protegernos a nosotros mismos y a nuestra familia, nos interesa llevar alimento a los nuestros, deseamos no sólo lo bueno, sino lo mejor para los que queremos. Pero nuestro querer es limitado, nuestro corazón es tan pequeñito que no cabe amor para muchos seres. El corazón de Dios es infinitamente grande, tanto que la humanidad entera cabe en él, y Él no hace acepción de personas. Si observamos o nos detenemos a escuchar nuestra propia conversación, nos daremos cuenta que las palabras que más frecuentemente pronunciamos son YO, MI, y MIO. Muy de vez en cuando mencionamos "nosotros, tú, tuyo, vuestro". La voluntad de Dios es que no nos circunscribamos a lo que nuestro ojo natural alcanza a visualizar, ni lo que nuestra mano logra palpar, o nuestra mente limitada pueda pensar, imaginar. Dios quiere que la naturaleza de ÉL, que es el amor, pueda vivir a través nuestro, que nuestro corazón palpite al unísono del Suyo y podamos ensanchar nuestra visión, nuestros intereses, nuestros cuidados y esmeros: nuestro amor hacia la humanidad. Muchos dirán que el amor nace de la frecuente relación o interacción de unos con otros. Me atrevo a decir que el amor nace del corazón de Dios que imprime Su sentir en el nuestro. Esto quiere decir que pudiéramos amar y ocuparnos de alguna vida en el África o en Australia o Chile, Alaska tal vez, si Dios así lo pone en nosotros al disponernos a Su querer. Mi querido lector, si usted considera que ha vivido en estrechez o escasez, en referencia al interés por los demás; si siente que su caminar ha sido egoísta hasta ahora, sin importarle otras vidas aparte de la suya propia, para usted Hay Una Esperanza. Hoy es el día agradable para renunciar a la miopía, al egocentrismo y pedirle al Grande y Omnipotente Dios que nos de Su visión, Su naturaleza de amor.

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