Mientras en unas partes del globo terráqueo está comenzando el invierno frío e inclemente, en otras partes está arreciando el verano con un calor candente. De la misma manera, mientras en ciertos lugares nacen niños por centenas y millares; en otras partes, mueren personas de manera incontable.
Esto nos muestra que nunca las condiciones son idénticas sobre la faz de la tierra; de la misma forma, mientras hay personas que no tienen para cubrir las necesidades más primordiales en su vida, hay muchas otras que no saben cómo gastar, invertir o almacenar el dinero que tienen a manos llenas.
Hay personas que aún se atreverían a pensar que Dios es injusto; pero precisamente esas diferencias son parte de la justicia de Dios; porque Dios dijo que en el mundo siempre tendríamos pobres ¿Sabe por qué y parta qué? Para que los ricos tuvieran siempre alguien a quien darle y con quien hacer justicia.
Los niños crecen, desean ser grandes, tienen proyectos e ilusiones, sueños por cumplir; mientras tanto los ancianos no sólo dejaron de crecer, sino que se encogen, y ya no tienen ilusión por permanecer en esta tierra, ya que su movilidad se ve limitada, inclusive el uso de sus sentidos, lo cual les impide realizar muchas cosas que antes hacían con facilidad.
Mientras muchas parejas enamoradas están deseosas de casarse y comenzar una vida juntos, hay otros que lamentablemente no quieren saber nada de su cónyuge y buscan la manera de deshacerse de él o de ella.
De manera contrastante, mientras unos están aprendiendo a ser padres, otros están emocionados porque los han hecho abuelos; pero hay muchos que apenas si están aprendiendo a ser hijos.
En todos estos procesos de la vida, cada uno de nosotros necesita al Dios de Verdad, al Dios que da la Vida y también la sabiduría, para vivir cada minuto como debe ser, para que logremos disfrutar cada etapa por difícil que parezca.
Para cada quien Hay Una Esperanza, la cual está fundamentada en el amor de Dios por nosotros; en ese amor podremos ser dóciles en cada cambio que necesitemos experimentar. Amado lector, abre tu corazón y permite que el Señor pueda llenarlo con Su amor, porque solamente así podrás conocer que verdaderamente para ti Hay Una Esperanza, no importa en qué estación de la vida te encuentres. Si necesitas experimentar un cambio de actitud, con la finalidad de agradar al Dios que te formó, en Su amor todo es posible; decídete hoy.