TEMAS DE OPINIÓN

Muy Mal Servicio

Julio 14, 2015


En días recién pasados realizamos una misión a Mérida, Yucatán, México; de tal manera que viajamos por vía aérea con escala en el Distrito Federal.  Las condiciones climatológicas no eran muy favorables, ya que es época de tormentas y fuertes vientos en esa región. Las dos jóvenes que participaron de dicha misión con nosotros, viajaron un día antes, pero su vuelo fue demorado por varias horas, además de que la maleta de una de ellas no llegó en el mismo vuelo.

Llegó el día dispuesto para nuestro regreso; las jóvenes debían estar en el aeropuerto antes de las cinco de la mañana, al llegar al aeropuerto les fue informado que su vuelo había sido cancelado y que no había manera de que hicieran la conexión de regreso a Honduras.  La señorita del mostrador buscaba de una y otra forma y no parecía encontrar solución.  Fue entonces cuando mi esposo le sugirió ver la manera de enviarlas en el mismo vuelo nuestro, por otra aerolínea, y así fue; de manera que viajamos juntos de regreso.

Nuestro vuelo para salir de Mérida fue demorado debido al abundante tráfico aéreo, esperado para el momento de aterrizar en el Distrito Federal.  Abordamos y nos estábamos sentando, cuando de pronto la aeromoza le hizo saber a la señora que iba en la fila delante de la nuestra, que no podía llevar bolsas enfrente de sus pies, ya que estaban detrás de un mamparo; la señora protestó y de mala gana acomodó la bolsa de papel en el compartimento de arriba.

Cuando iniciaron el servicio a bordo, la señora pidió cerveza Corona, pero solamente tenían Heneiken, así es que de mala gana la tomó; en la segunda ronda tomó otra cerveza.

Llegó el momento del aterrizaje, después de alguna turbulencia.  Tomó algún tiempo para que la aeronave llegara hasta su puerta asignada.  La señora comenzó a hablar en voz alta, dirigiéndose a la aeromoza que permanecía sentada, por instrucción del Capitán.  Le decía que ella necesitaba pararse para ir al baño, a lo que la aeromoza insistía que debería sentarse.  La señora comenzó a hablar improperios en contra de la aerolínea con su compañero de asiento, a quien apenas estaba conociendo.  Llegó un momento en que ella muy molesta, se levantó hacia el baño, diciendo: Lo siento mucho pero yo necesito ir al baño o me voy a orinar aquí.  La aeromoza levantó el auricular para reportarle al Capitán, quien de inmediato habló por el altavoz, haciendo saber a los pasajeros que si alguien insistía en pararse, sería remitido a las autoridades.  Al salir la señora del baño, siguió hablando barbaridades en contra del Capitán y de la aerolínea; esto duró hasta que la aeronave se estacionó en el lugar designado.

Al momento de abandonar la aeronave, todos los pasajeros decían gracias a la aeromoza, pero esta señora, se aseguró de gritarle bien fuerte: “Muy mal servicio”.

Definitivamente hay personas que siempre se van a quejar de todo y jamás encontrarán satisfacción en su vida.  No cabe duda que es porque tienen un vacío interior que no pueden llenar con nada, lo cual les provoca frustración y aún amargura.

Gracias a Dios que siempre Hay Una Esperanza para todos en la vida.  Si nos dejamos amar por nuestro Buen Dios y Padre, ese amor será un bálsamo sanador, que cerrará toda herida y nos permitirá ver todo, con ojos de ternura y misericordia.  

Quizás alguno de mis queridos lectores se siente identificado con la actitud de esta señora; entonces es tiempo de recibir el amor de Dios para ser sanados.

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