TEMAS DE OPINIÓN

Amar

Septiembre 22, 2015


En estos días, uno de mis hijos y su preciosa esposa, cumplieron quince años de feliz matrimonio; acontecimiento que celebraron y disfrutaron mucho. Salieron en un corto y merecido viaje, pero al regreso, al llegar a casa, ella felizmente se encontró con un florero sencillo, conteniendo hermosas y coloridas flores, con una tarjeta muy expresiva, de parte de su esposo.  ¡Que detalle tan especial! seguramente desde el lugar donde se encontraban, el enamorado esposo le pidió a alguien, vía internet, que arreglara la sorpresa, dictándole las efusivas palabras que llevaría la tarjeta.

Como madre me siento sumamente complacida de ver la manifestación del verdadero amor en el hogar de mis hijos. Es el mejor regalo que podemos recibir.

Unos días después, mientras comíamos juntos, sus hijitos de 5 y 9 años de edad, con mucha pureza y seguridad hablaban de casarse y tener hijos. Esto sólo demuestra que ellos se sienten muy seguros y protegidos en su hogar, lo cual les invita a casarse y tener un matrimonio como el de sus padres.  De hecho, cuando alguien le pregunta a su hijo varón, qué va a ser cuando sea grande; su respuesta es simple: Voy a ser papá. 

El mundo necesita más ejemplos como este. El amor es Dios y Dios es amor, pero el amor hay que manifestarlo y demostrarlo para que produzca sanidad en otros.  Dios el Padre nos amó tanto desde la fundación del mundo, que lo manifestó entregándonos a Su propio hijo para que nos diera salvación y vida eterna. Pero no solamente eso, sino que al derramar Su amor en nuestros corazones, nos capacitó para amarlo a Él, para amarnos a nosotros mismos y para amar a los demás.  Ninguno de nosotros puede amar, si antes no ha recibido el amor de Dios, ya que este es la fuente inagotable en nuestro interior, para amar.

Muchas personas dicen amar a sus cónyuges, pero no lo demuestran con gestos, ni con hechos y mucho menos con detalles cariñosos.  Hay quienes ni siquiera pueden pronunciar un “te amo”, porque jamás lo recibieron. Sus padres no fueron expresivos, es más, el padre les prohibía a los hijos varones dar besos o abrazos, porque lo consideraban poco masculino.

Hay otros que piensan que no vale la pena decirlo sino demostrarlo con hechos, los cuales no tienen que ver necesariamente con demostración de amor, sino con cumplimiento de obligaciones. Sin embargo, cada quien manifiesta lo que ha recibido.  Un varón que considera que su padre lo amaba porque llevaba dinero a casa para que la familia comiera y vistiera, o porque pagaba la escuela de sus hijos; realmente tiene un concepto mezclado de lo que es demostración de amor y asumir responsabilidades. Ese varón cuando tiene su esposa, no tiene otro referente para expresar amor, sino lo que conoció y vivió.  Ningún ser humano puede sentirse pleno si no ha experimentado el fluir del amor de Dios.

Quizás mi querido lector tú seas uno de esos que tiene dificultad para decir “Te amo” o “Te necesito” y a lo mejor hasta lo justificas. Pero quiero decirte que para ti Hay Una Esperanza, la cual viene de Dios porque Dios es amor.  Si ese es tu caso, abre tu corazón y dile al Padre Dios que lo necesitas a ÉL, que te llene de Su perfecto amor, el cual traerá liberación y sanidad a todo tu ser.  Cuando ese amor te es revelado, no puedes permanecer igual, porque entonces tu referente cambia.  El Padre Dios ha sido expresivo contigo, comienza tú a serlo hoy.

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