Junio 21, 2016
Hoy día hay divergencias, conflictos, opiniones encontradas y demás, por causa de la música. Los de la vieja ola consideran que lo que ahora existe es una chavacanada, que en sus tiempos "sí había música"; los jóvenes modernos piensan que la música contemporánea si tiene ritmo, tiene clase, exalta la belleza, el arte, los sonidos... y es realmente creativa.
La verdad de las cosas es que la música fue creada por Dios y para Dios. Nació en el mismo cielo, con el propósito de que Dios mismo la disfrutara. El encargado de los instrumentos y cantores en el cielo era el querubín más bello de entonces: Luzbel. Por lo mismo, este se ensoberbeció tanto que quiso para sí mismo la alabanza, el canto, los instrumentos; rebelándose en el mismo cielo e instigando consigo a una tercera parte de los ángeles. Es así que él fue echado del cielo; y comenzó en la tierra la lucha entre la luz y las tinieblas, pero además de todo, él comenzó y ha perseverado en la misión de destruir la música que es de Dios y para Dios. Su perversión ha llegado hasta el punto de inspirar a algunos genios musicales a que le canten y lo exalten a él (estoy refiriéndome al diablo), a veces en forma muy directa y otras tantas de manera muy sutil.
Toda aquella música cuyo contenido habla de pecado, de lujuria, de deseos sexuales o pasiones desordenadas, de relaciones ilícitas, de situaciones deprimentes, de muerte y tristeza es una bien organizada treta de Satanás por reposeer la música y a aquellos que la disfrutan, llegando muchos a la desesperación, al suicidio inclusive. Es muy común el cuadro del hombre o la mujer frustrado(a), traicionado(a), con una copa en la mesa, música melancólica en la radio o el Ipod, llegando a veces a empuñar un revólver, un puñal, o contemplar el frasquito de veneno entre sus dedos.
Esta música los remonta a la tristeza, los lleva a la melancolía, depresión, ansiedad, confusión... y eso sólo puede provenir del enemigo de las vidas. La música que es inspirada por el Dios de Luz, provee vida, paz, gozo (no alegría ficticia), limpieza, amor puro; trae bendición.
Si es usted uno de los que se siente atrapado por la música deprimente, destructiva, que percibe que eso lo atrae como a un túnel; ¡Hay Una Esperanza! Sacúdase hoy y busque la vida de Dios, busque la música inspirada por Él.