Hace unos pocos meses buscaba en internet las mejores posibilidades de ruta y precio para viajar a Mérida, Yucatán, México. La ruta mas descansada y eficiente era por Miami y luego directo a Mérida, el único problema era el precio, resultaba ser el doble de la ruta por El Salvador, Guatemala, y la capital mexicana. De manera que por ahorrar el dinero de Dios, decidí la ruta barata, aunque nos tomaría todo un día de viajar.
Resulta que cinco días antes del viaje, me llega un mensaje de la agencia de viajes con un nuevo itinerario, para mi sorpresa, la ruta era por Tegucigalpa y luego Guatemala , en un avioncito pequeño. No me gustaba mucho la idea, pero decidí reposar en el Señor, sabiendo que El siempre toma cuidado de mi vida.
Hicimos el pre-chequeo el día anterior, lo cual tomó mucho tiempo porque el vuelo hacia Tegucigalpa apenas lo estaban creando en el sistema de computadora. Finalmente, después de casi dos horas, nos dieron nuestros pases de abordar.
Esa misma noche comenzó un frente frio, con mucho viento y algo de lluvia; en lo natural me preocupaba tener que volar en un avioncito pequeño en esas condiciones, pero seguía confiando que mi Dios tendría cuidado de mi.
Al día siguiente nos presentamos temprano en la mañana para documentar nuestro equipaje, para nuestra sorpresa, la cola no avanzaba, de esa manera estuvimos casi una hora; al ver que era casi hora de abordar nuestro vuelo, comenzamos a preguntar que estaba sucediendo. Los dependientes y supervisores caminaban de un lugar a otro, hablaban por teléfono, ponían cara de preocupados, pero no contestaban a nuestras preguntas. Finalmente nos percatamos de que el vuelo hacia Tegucigalpa no iba a salir, que el aeropuerto estaba cerrado, debido a la nubosidad, por el frente frio.
Comenzamos a ver como podíamos lograr un cambio en nuestra ruta para llegar a nuestro destino, ya que teníamos un compromiso esa misma noche. ¿Quiere saber qué ocurrió? Nos enviaron por American a Miami y luego directo a Mérida. Ese era mi primer deseo y mi primera opción. Si tú estás entendiendo lo que ocurrió y puedes captar que cuando amas a Dios, y decides por amor a El y Su obra, El siempre te recompensará y te honrará, entonces para ti Hay Una Esperanza.
Mi querido lector yo quiero invitarte hoy para que levantes tu corazón al Dios Alto y Sublime y le ames a El por sobre todo, entonces tú vas a poder disfrutar de esta misma bendición de Dios.
