TEMAS DE OPINIÓN

Perseverancia para Vencer

Noviembre 30, 2017


En tiempos pasados hicimos una cita en el Banco para ir a cambiar el tipo de licencia de conducir, de nacional a internacional, debido a la naturaleza de nuestras funciones.  Por considerarlo más rápido, solicitamos la cita para la oficina de Tránsito en El Progreso.  Ya habíamos visto en la página web cuáles eran los requisitos y documentación necesaria; de manera que el día de la cita nos presentamos a la hora indicada con todos los papeles.

La persona que nos atendió parecía haberse levantado con algún problema severo, fue muy grosero en la forma de tratarnos.  Nos dimos cuenta que nos faltaba llenar un formulario, el cual no mencionaban en la página web.  Luego nos indicaron que necesitaban fotocopia de la licencia actual, que tampoco lo mencionaban.  Cuando creíamos que ya estaba todo, nos pidieron copia del pasaporte, no lo teníamos con nosotros porque tampoco lo mencionaron, pero llamamos a nuestra casa y pedimos que nos lo enviaran por correo electrónico; fue necesario ir a buscar un Café Net para recuperarlo e imprimirlo. Al presentarnos según nosotros con todo lo necesario, nos dijeron que el recibo del banco presentaba un error, porque decía “primera vez” en lugar de “cambio de licencia”, nos dijeron que era necesario que el Banco nos cambiara o arreglara eso. Comencé a orar a Dios en el carro.

Decidimos ir al Banco en la misma ciudad, donde hice fila por unos 45 minutos, para que al llegar a la ventanilla me dijeran que solamente lo podrían arreglar en el Banco donde nos habían vendido la cita originalmente.  De manera que tuvimos que ir en ese momento a La Lima, donde al explicarle a la señorita que me atendió, llamó para consultar y me dijo que debería pagar un complemento adicional, lo cual hice.  Le pedí si podía cambiarme la cita para San Pedro Sula, para lo cual pagué otro dinero adicional. La señorita nos aseguró que el señor Orellana en la ventanilla siete nos ayudaría; ella le dio nuestros datos y le explicó que teníamos varias horas de estar bregando con el asunto. 

Finalmente llegamos a la oficina en San Pedro Sula, con los papeles completos; nos dirigimos a buscar al señor de la ventanilla siete y un oficial nos dijo que esa persona ya no trabajaba con ellos, pero que nos dirigiéramos a la ventanilla de Archivo, donde nos iban a atender.  Al revisar ellos los papeles de mi esposo, encontraron que el nuevo recibo del Banco estaba incorrecto, una vez más, por lo que él tuvo que regresar a La Lima.  Mientras tanto el oficial tomó mis papeles, en ese mismo instante se fue la energía eléctrica y me dijo: “siéntese a esperar que venga la energía”.

Después de toda una mañana de adversidad finalmente salimos con las licencias que necesitábamos; pero lo más importante es que vencimos el sistema y una vez más fuimos probados en paciencia, en persistencia y en diligencia.

Muchas veces queridos lectores, nos damos por vencidos al primer obstáculo, lo cual nos impide saborear el triunfo. Sin embargo, siempre que nos proponemos con la ayuda y el favor de Dios a lograr algo, podemos estar seguros que aunque nos cueste, siempre venceremos. 

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