Julio 30, 2018
Cada día las necesidades financieras y materiales del hombre van en aumento, en relación directa al progreso y al desarrollo, así como también en línea directa con la vanidad, la ambición y el materialismo que nos invade.
Quizás usted se ha detenido a observar la reacción de un niño cuando recibe un regalo; tal vez sea un regalo muy costoso y complicado. Cuando el niño lo recibe en sus manos, muy probablemente hace a un lado el juguete después de observarlo... y retiene la caja para jugar con ella. Los niños son simples y sencillos, no se complican con apariencias. Cuando este niño se convierte en adulto, ya no puede gozarse con lo sencillo, sobre todo, si alguien conocido tiene algo más que él; y comienza la competencia y la necesidad de aparentar.
La publicidad, los anuncios y comerciales se encargan de exaltar la apariencia y esconder la realidad. Los hombres viven tensos, temiendo que el día menos pensado, su amigo o su vecino echen un vistazo dentro de su alma vacía y corrupta y puedan ver su realidad interior. Es por eso que son tan bien acogidos los libros, cosméticos y cursos, que apelan a la artificialidad y la promueven. Esta es una enorme carga y un pesado yugo que ha caído sobre los hombros de varones y mujeres, muy particularmente en este último tiempo.
Todo lo que aparentamos ser, se desmorona cuando un día permitimos que nos alumbre Jesús con Su luz; cuando nos postramos delante de Su presencia, estamos totalmente desnudos.
Hay una preciosa e infalible forma de ser libres de esa carga y ese yugo de esclavitud; el hombre necesita recibir descanso y reposo, del afán y del exceso de trabajo que nos hemos impuesto para lograr metas, objetivos materiales que alimenten nuestra apariencia y estimulen nuestro ego. La única manera es acudiendo a Su llamado "VENID A MI TODOS LOS QUE ESTAIS TRABAJADOS Y CARGADOS".
Es posible que hoy se de cuenta que estaba necesitando esta respuesta a su cansancio, carga y desesperación por lograr, hacer, obtener, comprar, adquirir; entonces, venga a Él, venga a Jesús y disfrute de Su reposo.