Estábamos muy contentos porque en estos días venía para compartir con nosotros en la casa y en la congregación, una pareja, varón y mujer de Dios, a quienes conocemos hace veinte años, tiempo desde el cual nos visitan una o dos veces por año; ellos residen en las montañas de Carolina del Norte.
Ayer por la tarde recibí la llamada de él, muy consternado por algo insólito que ocurrió en su familia, su nieto, hijo de su hija, se quitó la vida con un revólver, en el baño de su casa. Este hombre de Dios, tomó una semana de tregua para ir a apoyar a su hija a Fort Worth, donde vive su hija y familia, y estará viniendo una semana después de lo planificado originalmente.
Cuando algo así ocurre ¿pueden imaginar ustedes lo duro que es para un siervo de Dios? Sabemos lo que la Biblia dice acerca de las personas que se quitan la vida, entendemos que Dios da la vida y ningún ser humano tiene el derecho de quitársela vida o quitársela a alguien mas.
Estamos en un tiempo en que los siervos de Dios necesitan mucha oración de protección y cobertura, para que el enemigo no tome ventaja provocando tristeza y dolor, para distraerlos de su obra y servicio.
Una de las maneras como el diablo ataca la obra de Dios es provocando destrucción y dolor a los servidores del Dios Altísimo; pero la oración de los santos es una barrera protectora, activa el servicio de ángeles guardianes y guerreros a nuestro favor.
Querido lector, quizás tú recapacitas en este momento al darte cuenta que no has estado orando suficiente por tus autoridades espirituales y su familia. Si estás pensando esto, entonces para ti Hay Una Esperanza; hoy es el día agradable para que comiences a orar con mucha pasión a favor de los que sirven a Dios y que también te sirven a ti.
