TEMAS DE OPINIÓN

Aceptar A Otros

Noviembre 19, 2007


En esta ocasión, el Señor me permitió conocer a una familia colombiana que reside en Londres desde hace 21 años. La familia consta de papá, quien es un narrador deportivo y además es pastor de una iglesia hispana grande; mamá, quien atiende su casa y familia y además sirve al Señor como pastora de la misma iglesia; tres hijos, de los cuales uno de ellos nació con espina bífida. Este joven ha sufrido mucho de operaciones y hospitales, y por supuesto sus padres han sufrido junto a él. Me contaba la madre, que cuando este muchacho era un niño, no le gustaban las comidas que normalmente disfrutan los niños; así pasó mucho tiempo, hasta que un día, el pediatra le dijo a ella ¿No se da cuenta que su hijo tiene un paladar diferente a los demás niños? Esto hizo recapacitar a los padres y de allí en adelante dejaron a su hijo elegir sus alimentos. Hoy día el muchacho hace unas extrañas combinaciones de comidas, algo así como arroz con miel, frijoles con salsa de tomate, papas con “ice cream” y demás rarezas. Sus padres han llegado a entender que el muchacho sencillamente desarrolló un paladar diferente al de sus hermanos o al resto de los niños, por alguna razón desconocida, que pudiera (o no) tener relación con su condición de espina bífida. Esto me hace meditar en la individualidad de las personas, lo que a mi me parece delicioso a otro le puede parecer horrible. Si tú has aprendido a respetar los gustos de los demás ¡Para ti, Hay Una Esperanza! Sólo el Señor puede darnos la capacidad para aceptar a las personas tal y como son, tolerarlas y recibirlas, aunque tengan gustos muy diferentes a los nuestros. Si le entregamos al Señor Jesús el corazón, Él nos dará el Suyo, para aprender a respetar los gustos de los demás, sobre todo de nuestro cónyuge y nuestros hijos.

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